Qué es el pensamiento divergente?
J.P.Guilford, en los años 60, definió el pensamiento divergente como un método o proceso de pensamiento que el cerebro utiliza para generar ideas creativas al explorar todas las posibles soluciones de como enfrentar cada circunstancia o problema.
Este proceso divergente trabajará junto con el pensamiento convergente, que tiene como función seguir una determinada cantidad de pasos lógicos para poder así llegar a una conclusión.
Intervenimos en un contexto predecible? o incierto y cambiante?
Guilford, al definir y diferenciar estos dos tipos de pensamiento, lo hizo con la intención de destacar la importancia de educar los alumnos (sea en escuela, instituto o universidad) en un enfoque mental divergente, a pesar de que las instituciones educativas daban prioridad a un pensamiento convergente, donde la reflexión, pensamiento crítico, creatividad, originalidad etc .. están infravalorados a favor de un pensamiento lineal, que sigue una serie de reglas casi predeterminadas y se basa en procesos estructurados para llegar a una única solución correcta y verdadera, sin la posibilidad de establecer diferentes opciones de respuestas igualmente válidas.
Me gustaría destacar, que a pesar de que esta estrategia convergente, es útil y muy necesaria, la vida real y los retos a los cuales nos enfrentamos hoy en día, tanto en el ámbito laboral, como en el personal, no se pueden sacar soluciones «correctas», de fórmulas lógicas y predeterminadas por teorías, manuales, ni protocolos, que nos ayuden a hacer frente en una vida cada vez más cambiante, dinámica, altamente compleja e incierta (como se está demostrando en la pandemia actual), como para concluir de manera extremadamente simplista, que todos nuestros problemas puedan tener una única solución correcta.
En una sociedad y educación acostumbrada a la estandarización y especialización concreta de perfiles profesionales, se evidenció, en el 2020, la necesidad urgente y la trascendencia para la supervivencia de las empresas, de formar empleados en aptitudes y métodos divergentes, que aporten ingenio, dinamismo, adaptabilidad y auténtico capital humano a sus proyectos. Así, alguien capaz de ofrecer innovación, creatividad y originalidad, puede convertirse en un gran líder para muchos de estos proyectos organizacionales.
Hay diferentes soluciones correctas a un único problema?
El éxito del pensamiento divergente se centra a potenciar la capacidad de análisis desde diferentes puntos de vista de una misma problemática, redefiniendo y cambiando los hábitos del procesamiento de la información, innovándolos, para que aumente la cantidad de ideas que uno es capaz de producir teniendo en cuenta el problema o los estímulos que se presenten.
Otra de las facetas a destacar de trabajar con el formato divergente, es la optimización y el aumento de la creatividad al igual que de:
- La flexibilidad, con la cual creamos respuestas dispares a diferentes propuestas utilizando campos del conocimiento diferente.
- La fluidez, que nos aporta un gran número de ideas.
- La originalidad, con la cual producimos ideas poco comunes e innovadoras a problemas altamente complejos.
- La elaboración, con la cual desarrollamos y mejoramos las ideas.
¿Cómo lo fomentamos?
En este marco, tanto profesores, tutores, directores, etc. como alumnos tienen que estar abiertos a cuestionárselo todo.
El tutor tiene que proponer metodologías estimulantes de la creatividad, nuevas, y fomentar que los estudiantes, se planteen ellos mismos perspectivas o ideas para conseguir los objetivos al margen de los modelos preestablecidos.
Al alentar el pensamiento divergente, lo que se busca es eliminar ideas predeterminadas por esquemas o protocolos, para después estructurarlos y lograr nuevas perspectivas para solucionar con eficacia los problemas. Por lo tanto, en lo posible, se tendría que buscar reducir, pero no eliminar, los altos niveles de racionalidad, sumisión a los protocolos antiguos y al conformismo.
Hay gran variedad de técnicas para aplicar la divergencia: el grupo nominal, la lluvia de ideas, la sinéctica, los mapas mentales… son algunos de los métodos utilizados para desarrollar la generación de ideas, opciones y posibilidades para encontrar diferentes soluciones a una dificultad concreta.
William J. Gordon definió el concepto de «Sinéctica» como las capacidades de encontrar uniones y relaciones entre conceptos, objetos, ideas o campos teóricos de conocimiento, que en apariencia no tienen ninguna unión.
Por otro lado, tenemos a Bob Eberle, que desarrolló la técnica Scamper, muy útil para crear algo innovador y para entrenar nuestro pensamiento divergente, para redefinir y construir opciones nuevas y creativas, para dar nuevas soluciones a planteamientos estandarizados.
N. Lieberman, investigadora y psicóloga de la Universidad de Colombia, demostró en varios experimentos que el pensamiento divergente fomenta estados emocionales positivos como por ejemplo la alegría, el optimismo y el bienestar interior.
No solo aporta nuevas perspectivas a los problemas, sino que fomenta un estilo de vida mucho más saludable tanto en el ámbito psicológico como emocional, puesto que para poder fomentar un pensamiento divergente es necesario practicar un buen descanso, la gestión del estrés y de las emociones, los cuales limitan la aparición de psicopatología tan habitual como la depresión, ansiedad o el síndrome del burn out laboral.
Es cierto que nuestra vida, como adultos, es entendida por la mayoría como muy estresante, llena de presión, preocupaciones y exigencias del día a día.
Esto no deja de ser una condena autoimpuesta a vivir bajo un modelo, de altos niveles de estrés, ansiedad … es decir, vivir un modelo obsoleto, puesto que hoy en día, disponemos al alcance de todos, de un gran número de opciones psicológicas y educativas, para transformar no solo la manera de trabajar, sino la de relacionarnos y vivir nuestra vida, puesto que a finales del día, somos nosotros los únicos responsables de darnos las explicaciones necesarias de por qué cuidamos o descuidamos estas dimensiones tan valiosas.
Gerard Martí Tejada
Psicólogo. Coach. Counselor