Por qué las políticas de movilidad urbana deben tener en cuenta a las mujeres

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Por qué las políticas de movilidad urbana deben tener en cuenta a las mujeres

El pasado 19 de octubre, la plataforma de divulgación de conocimiento académico y científico, The Conversation, publicó el artículo «Por qué las políticas de movilidad urbana deben tener en cuenta a las mujeres«. Este artículo elaborado por los profesores Lidia Montero y Jaume Barceló, expertos en Smart Mobility, analizaron por qué el género juega un papel clave en la movilidad y en la forma en que vivimos en la ciudad.

Este estudio reflexiona sobre cómo influyen los factores individuales de cada individuo como son el género, edad, situación familiar, etnia, capacidades físicas y la clase económica en el transporte a lo largo de nuestra vida diaria y cómo dependiendo de cada persona le repercute de forma diferente, en términos de accesibilidad, para poder llevar a cabo el cumplimiento de las obligaciones diarias. Por eso, el artículo pretende aclarar que no sólo el tiempo y el espacio condicionan la movilidad para acceder a un servicio, sino que como usuarios de la red de transportes, los factores individuales, como es el género son tanto o más importantes que la topología de la red de transportes que nos ofrece la ciudad para desplazarnos.

El artículo nos habla de que después de varios estudios realizados por Eurostat e Instituto Europeo de Igualdad de Género (EIGE) sobre las diferencias de género en la movilidad, destacan que los patrones de viaje de hombres y mujeres siguen caminos divergentes. Se habla de que los hombres por un lado suelen tener distancias de viaje más largas y patrones de viaje más directos que las mujeres. Mientras que según los estudios llevados a cabo, las mujeres hacen muchos más viajes que están relacionados con participación en el hogar y el cuidado familiar, como dejar a los niños en las guarderías, ir de compras o cómo podría ser acompañar a los familiares a los servicios médicos. Ambos artículos destacan que estos factores llevan a una política de movilidad urbana completamente distinta según el género.

Tras los estragos que la Covid-19 ha dejado, el artículo también quiere destacar cómo a raíz de la pandemia, los patrones de movilidad se han transformado y cómo se han visto modificados según el trabajo y el género de cada individuo. El estudio realizado sobre el AMB, concluye que verdaderamente el género desempeña un papel relevante en la movilidad, y también afirma que después de la enfermedad, algunos grupos de población han tenido más posibilidades de cambiar los patrones de movilidad.

A continuación el artículo también nos habla de las diferencias en el ámbito socioeconómico, y como a lo largo de la pandemia, el género ha tenido un peso crucial en la movilidad y número de viajes efectuados. Como destacan en el artículo, los grupos de ingresos más altos disminuyeron su movilidad en comparación con el grupo de ingresos más bajos. Los trabajadores con menores ingresos, estaban empleados como trabajadores de primera línea, como pueden ser las actividades asistenciales y donde básicamente, eran personas que no podían teletrabajar. En este sentido, según las estadísticas, las mujeres tienen mayores probabilidades de formar parte del colectivo.

El estudio realizado abre un abanico de posibilidades muy grandes de cara a más investigaciones en el ámbito de la movilidad y el género, ya que poder interpretar mejor los miles de millones de datos que actualmente se recogen podría ser un avance importante de cara a saber relacionar mejor las distribuciones de tiempo y distancias de viaje con información que incluya los factores específicos que afectan al género.