Hoy en día estamos inmersos en un mundo informático, todo el mundo tiene un mini PC en su bolsillo, y ¿qué mejor que un mini PC para hacer cosas sencillas? Raspberry Pi también es un mini PC, un ordenador en miniatura que tiene una gran peculiaridad en cuanto al disco, ya que trabaja con microSD.

¿Qué son las Raspberry Pi?

Hoy en día estamos inmersos en un mundo informático, todo el mundo tiene un mini PC en su bolsillo, y ¿qué mejor que un mini PC para hacer cosas sencillas? Raspberry Pi también es un mini PC, un ordenador en miniatura, o para los más fanáticos un ordenador de placa base reducida o simple, que tiene una gran peculiaridad en cuanto al disco, ya que trabaja con microSD, una tarjeta que permite ser extraída y como consecuencia poder cambiar de sistema cuando se desee, cambiándola por otra microSD con otro sistema instalado.

Es tal, que su consumo es muy bajo, consiguiendo un rendimiento aceptable y una gran variedad de soluciones disponibles, solo con 2,5 o 3,5 W de potencia, en función de si es modelo A o B, respectivamente. Las frecuencias de los procesadores de estos dispositivos abastan un rango entre 700 y 1200 MHz, con un rango de memoria RAM de entre 256 Mb en las primeras Raspberry Pi hasta 1 GB en su última versión.

Podéis consultar más información en la web del fabricante.

¿Qué es el Modo Quiosco y para que lo queremos?

Pues bien, el modo quiosco no es más que usar un Sistema Operativo con funcionalidades reducidas como herramienta de interacción con una interfaz con información relacionada con la empresa o entidad que lo usa. Este modo se puede usar de muchas maneras, puesto que se basa en una interfaz y sistema operativo ligeros, que permiten al usuario tener una interacción fácil y rápida con el dispositivo.

Este modo, como hemos comentado, se puede usar para llevar a cabo muchas tareas, pero nosotros lo hemos configurado para sustituir a los viejos terminales de SunRay (terminales ligeros de SUN) que había en el A5. Pudiendo realizar así consultas rápidas en la web sin la necesidad de ir a un aulario a encender un ordenador, cargar el sistema y autenticarse para poder acceder a un navegador.

Raspbian

Pasamos ahora a la parte más interna de estos dispositivos y entramos en detalle en su sistema operativo, llamado Raspbian, que es una distribución de Linux muy ligera, basada en Debian, hecho que hace que incluya todas las funcionalidades que incorporaría un PC estándar con una distribución de Debian/Linux.

Por lo tanto, como en cualquier sistema, se puede instalar un montón de software, solo mediante el comando apt-get install, siempre con los privilegios adecuados y sabiendo el nombre del repositorio.

Configuración personalizada

Lo primero que hicimos para poder trabajar correctamente y sin limitaciones fue configurar el dispositivo en la red mediante nuestro servidor DHCP.

Una vez configurada la red, lo segundo que se hizo, fue configurar los logs de la Raspberry, a modo que se pudiesen recibir logs en un servidor externo.

También tenemos habilitado acceso desde la red interna de inLab para poder conectarnos y realizar tareas de mantenimiento, por ejemplo rehacer la configuración del quiosco, apagarlas, reiniciar servicios,…

Además, la Raspberry está configurada para que se apague automáticamente por la noche y cuando se vuelve a encender se regenera la aplicación de quiosco.

Navegador y complementos

Pasamos a la parte de configuración del quiosco y lo primero que teníamos que decidir era que navegador tendríamos que usar, una decisión que en un principio parecía fácil, pero no lo es del todo.

En un principio, los dos principales navegadores que todo el mundo conoce son Google Chrome y Mozilla Firefox, pero nosotros optamos por instalar Firefox, que incorpora una versión para Debian, más ligera que la normal, hecho que ayuda a la Raspberry, ya que al ser un dispositivo reducido, un software ligero le va muy bien.

Una vez instalado Mozilla Firefox se configuro para el modo quiosco, un hecho que al principio pensábamos que sería un poco difícil, ya que Firefox no incluye el modo quiosco nativo, pero que gracias a un complemento, fue relativamente fácil configurarlo.

El complemento mKiosk te permite configurar toda la interfaz del navegador, haciendo accesible o deshabilitando las URLs, la navegación, las descargas y más. Se puede añadir una contraseña al complemento para que no sea accesible para usuarios que no la conozcan.

En la parte del sistema cambiamos la configuración para bloquear cualquier comando de teclado que te permita acceder al sistema, cerrar ventanas, ver procesos, abrir terminales, y más…

El navegador se configuró para que no guardase información en la caché, cookies, usuarios y passwords, etc. Además, por seguridad, cada noche se regenera la configuración inicial.

Copia de la imagen y volcado

Otra parte importante es que nos fuimos asegurando de ir capturando la imagen del Sistema por si se producía algún error irreversible, o no se conseguía volver a un punto de recuperación. La imagen fue relativamente fácil de capturar gracias a dos herramientas de software libre de fácil usabilidad, llamadas SDFormatter y Win23DiskImager, que permitían formatear la tarjeta y copiarle o leer la imagen del sistema.

Esto nos permite hacer una copia de la imagen del sistema operativo, conservando las particiones del sistema, y facilitando la función de recuperar un sistema, solo copiando de nuevo el sistema a la tarjeta de memoria. En función del adaptador de la tarjeta a un PC, la copia del sistema puede ir más o menos lenta, pero copiar y volver a volcar una imagen en una tarjeta nos puede llevar un máximo de 30-40 minutos, y reduciéndolo drásticamente a unos 20 minutos en caso de disponer de un buen adaptador.

Conclusión

Una vez adentrados dentro del mundo de las Raspberrys o generalizando más incluso, dentro del mundo de los mini PCs, nos damos cuenta que esta no es la única utilidad que se le puede dar a un dispositivo reducido, con sistema ligero, sino que también se puede usar para muchas más tareas, así como usarlo de centro multimedia, montarse una máquina recreativa con los juegos que teníamos en la infancia, crear un robot y usar la Raspberry como motor informático.

Pero también sus aspectos negativos, evidentemente, no se puede bootear la máquina por red, hecho que dificulta un poco el encendido del dispositivo, ya que tampoco dispone de botón para encenderla y se ha de desconectar de la corriente y volver a conectar. También hay que decir que aún que por lo que es, la RAM y la CPU, van bien, son reducidas comparado con otros dispositivos, hecho que limita la ejecución de tareas y también hay que vigilar la refrigeración del dispositivo, ya que no lleva sistema de refrigeración incluido.

Finalmente, en cuanto al ámbito de Sistemas, ha resultado ser una herramienta muy práctica, tanto para configurar y adaptar al entorno que queríamos, como usarla y trabajar con ella. Además, al ser una distribución de Debian, tiene muchas posibilidades de configuración, ya que al fin y al cabo es un ordenador, y en conclusión propia definiría la Raspberry como un dispositivo más software a los que se les puede sacar un gran rendimiento por las características que tienen.